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domingo, 15 de junio de 2014

Capitulo 17

-Sé que no nos conocemos, pero he viajado el mundo, 2 veces, veo fans todos los días, he conocido a tantas modelos que ya ni te las puedo contar; pero puedo jurarte, Meloddy, que eres mucho más especial que ellas. En todos los sentidos, y si quieres desaserte de mi, lamento decirte, pequeña, que no va a ser nada fácil. -acarició mi mejilla y volvió a besarme


.....


Luego de que Justin dejara la habitación traté de dormir. Cada que miraba el reloj solo habían pasado 5 minutos desde la última vez que le heché un vistazo. Incluso llegué a pensar que dichoso aparato estaba dañado, o que el tiempo me estaba gastando una broma.


Cada vez estaba más cerca. Mi avión salía a las 6 de la tarde, así podría llegar con algo de tiempo para preparar mis cosas para la escuela. Me sentía nerviosa por volver a casa, realmente no quería hacerlo. Justin y yo acordamos mantener esto en secreto. Se supone que solo personas de confianza supieran, y así lo mantendría pero, ¿qué si alguien ya nos hubiera descubierto? No es como si hemos salido mucho, y la única vez que salimos Justin estaba disfrazado, pero siempre estaría la posibilidad.


Volví a mirar el reloj, 3 a.m. Ya debería estar dormida, ni siquiera en vacaciones duro tanto despierta. Me senté y puse los pies en el suelo. Un vaso de agua me ayudaría a dormir, ¿no?


Bajé las escaleras en silencio, con cuidado de no despertar a nadie. Ya en la cocina prendí la luz, y busqué en los estantes un vaso, eso es algo de lo que Justin se olvidó mostrarme, pero no es como si las personas solo tienen visita y están como "Mira, aquí están los vasos, aquí los cubiertos, oh, y aquí está mi caja fuerte, la contraseña esta debajo de ella, solo la levantas un poco y vienes a robar cuando quieras." Es estúpido, ¿no?


El ejemplo que utilicé es casi tan estúpido como la situación en cuestión. A veces dudo de mi propia inteligencia, en serio lo hago.


Seguí buscando entre los estantes hasta que di con ellos, todo en este lugar está tan limpio y lujoso que, en serio, me da miedo beber o comer de esta vajilla. ¡Esta casa me hace sentir tan inferior a todo! ¡Me siento inferior a un maldito vaso!


De repente la situación me pareció graciosa, y me encontré a mi misma riendo descontroládamente, sola, a las 3 de la madrugada; en la cocina de la casa de un adinerado adolescente al cual -tengo que mencionar- a penas conozco.


Unos pasos se escucharon desde el pasillo, y aún en mi risilla tonta pude ver a un atónito Justin apoyando su fuerte brazo en el umbral y tratando de alejar lo más posible la molesta luz con su otro brazo. Ante la rara escena, dudo que cualquier persona pueda evitar reír, no es jodidamente normal encontrar a tu huésped con un vaso de cristal (el cual probablemente pudo haber costado más que mi casa entera) en su mano, a las 3 de la madrugada riendo. Como era de esperar, Justin comenzó a reír junto a mi.


Luego de unos segundos dejamos de reír y Justin se acercó, aún luciendo somnoliento y tomó un mechón de mi cabello, enrollándolo en sus dedo, y luego dejándolo detrás de mu oreja. Besó mi mejilla y luego la acarició con su pulgar.


-Estás loca, Meloddy. ¿Lo sabías? -hicé una mueca y asentí levemente


-Me han mencionado algo parecido. -me encogí de un hombro y él soltó una pequeña risa ronca.


Estaba muy cerca, podía sentir su calor corporal, y su respiración chocar con mi rostro, así que me alejé un poco, estar tan cerca me hizo sentir un poco incómoda, más aún si estoy siendo mirada directo a los ojos.


Justin carraspeó su garganta y con voz ronca habló: -¿Por qué reías?


-Yo, uhm... No lo sé. -desvié mi mirada a mi lado y rasqué mi brazo. -Solo creo que... Joder, no recuerdo porque estaba riendo. -entónces explotó en carcajadas, en unas, oh, tan masculinas carcajadas. Sentí un escalofrío recorrer mi columna vertebral dejando una rara sensación en la base de mi cuello y llevé mi mano hasta allí, presionando levemente.


Él dejo de reír luego de unos largos segundos en los cuales la sensación de mi cuello solo había aumentado, pasando a mi ojo, y haciéndome tener un tic por unos cortos segundos. En un par más de segundos el tic del ojo paró, al igual que la sensación de mi cuello. ¿A qué se debió eso? Ni la menor idea, pero no me agrada.


Justin señaló el vaso en mi mano, y yo lo miré igual, me había olvidado de él.


-Bajé a buscar agua -me expliqué y lo tomó de mi mano, caminó a mi lado y llenó el vaso y me lo dió. -Gracias.


-Me iré a dormir de nuevo, recuerda apagar la luz cuando salgas. -besó mis labios fugazmente y salió escaleras arriba.


Me quedé ahí de pie, dándo vueltas a la situación. Nah, ¿a quién le miento? Solo no podía moverme.


....


Desperté luego de 4 horas de finalmente quedarme dormida. Seguí dando vueltas en la cama hasta las 5 de la madrugada, que fue cuando, por fin, el sueño me superó.


Me di una ducha, me vestí y, obviamente, me cepillé los dientes. Salí de la habitación, la casa seguía en silencio, tal vez Justin aún dormía.


Bajé las escaleras un tanto insegura. Por más que Justin me halla dicho la frase "Siéntete como en casa", simplemente no puedo y no andaré por su casa con toda la confianza del mundo. Si fuera mi casa pues ahí si digo: "bajé las escaleras con fuertes pisadas y llegué a la cocina, cogí dos sartenes y empecé a chocarlos", pero, no es mi casa.


A parte que ni siquiera en mi casa lo haría, mi madre se levantaría con la sandalia en la mano (como toda madre latina).


Cuando llegué abajo miré a ambos lados, nada. Caminé a la cocina y ahí estaba Justin. Tenía su celular en su mano izquierda, y en su derecha una taza. Garraspeé suavemente, para hacerle saber que estaba allí sin darle un susto. Se ve tranquilo, honestamente no quiero molestar.


-Buenos días. ¿Dormiste bien? -me encogí de un hombro y solté un suspiro. Hace un rato estuve luchando para tapar las ojeras, al final terminé dándome por vencida, pero al parecer no se notan tanto.- No lo hiciste -se acercó y acarició el área bajo mis ojos -¿Por qué? -me encogí de un hombro


-Sólo no podía. -asintió levemente


-Hagamos algo.


-¿Qué cosa? -lo miré extrañada


-No lo sé. Desayunaremos aquí, y saldremos. ¿Tal vez a casa de mi madre? -sonreí. Pattie es maravillosa. - ¿Te gustaría? -asentí


-Sería magnífico.


...


El auto paró justo frente a la casa de la señora Pattie. Justin abrió la puerta y salió, luego me tendió su mano para ayudarme a bajar.


Caminamos en silencio a la puerta y el simplemente abrió.


-¡Mamá! -gritó y lo miré


-Bajo en unos minutos, estoy vistiéndome. -gritó ella desde el segundo piso


Justin tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos y me llevo a una sala de estar. Era muy bonita, habían tres sofás, dos de ellos café claro uno de ellos, el que era de una sola persona, era azul marino. Las paredes eran blancas, y en el centro había una alfombra del mismo tono del azul de la silla, encima con una mesa de bordes blancos y tope blanco, sobre ella había decoraciones del color de los otros dos muebles.


Justin se sentó en el sofá de dos personas color café y me atrajo a él, cayendo en sus piernas.


-Bieber. -el rió en mi cuello y traté de salirme, él envolvió sus brazos al rededor de mi estómago. -Justin, por Dios. Estamos en la casa de tu madre. -golpeé su brazo y se encogió de hombros


-Me vale. -entónces comenzó a besar mis mejillas repetidas veces. Sus manos en mi estómago comenzaron a hacerme cosquillas y comencé a reír


-Justin.Hablo en serio, ya...


-Siempre los atrapo de esta manera. -Mis ojos casi se salen de sus orbitas y sentí como todo mi cuerpo se acaloraba.


Cuando logré pensar correctamente parpadeé varias veces y me puse de pie.


-Lo siento -hablé y Pattie rió


-No te avergüenzes, querida. Justin, compórtate con la señorita.


Dirigí mi vista a él, mis mejillas debián estar súper rojas; él me miró, soltó una risa y negó con la cabeza.


-De ninguna manera. Hoy es nuestro último día en un tiempo. Tengo derecho a molestarla todo el día. -arqueé una ceja y se puso de pie. Me rodeó con su brazo y besó el lado de mi cabeza


-Ay chicos, de verdad lamento eso. -Justin frunció los labios


-¿Y si te secuestro? -reí


-Justin, debo ir a la escuela y tú -puse mi dedo índice en su pecho- tienes que trabajar -frunció el ceño ante eso, y luego rodó los ojos.


-Pues, trataré de hacer todo el trabajo que tengo esta semana rápido para poder ir a verte antes de que me valla de gira otra vez -sonreí levemente, es tan lindo. Sus ojos miraban los mios con duda, quizá preocupación; acaricié su mejilla.


-Ay, ¡ustedes son tan tiernos! -Justin viró el rostro para mirar a su madre, y yo hice lo mismo. Tenís su celular en la mano, nos había tomado una foto. -No se preocupen, no la subiré. - Jus sonrió y fue a dónde su madre


La envolvió en sus brazos, apretándola fuerte contra el. Pattie era mucho más baja que él, casi tanto como yo, bueno, Pattie y yo tenemos la misma estatura. Justin empezó a esparcir besos por todo el pelo de su madre y a mover a su madre en sus brazos. Pattie comenzó a gritar y reí. Entónces yo saqué mi teléfono y tomé una foto.


Al escuchar el click ambos me miraron y sonreí nerviosa. Justin esbozó una sonrisa traviesa, realmente tenebrosa para ser honesta y caminó a mi, lento, sin quitar su vista de mis ojos.


Di un paso atrás, y otro, y otro; pero me atrapó en sus brazos, abrazándome fuerte, Jesús, no me pienso quejar. Aquí huele a gloria. Creo que voy a robar su perfume. No, definitivamente robaré su perfume. Sacó uno de sus brazos y atrapó a Pattie, uniéndola al gigante abrazo de oso en el que este tonto nos tenía atrapadas.


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¡HOLA!


Gracias Gabriela Rodríguez por leer mi novela. Creo que eres la única xD Jaja. Espero te este gustando!! 

Y Bienvenida a la nueva lectura! :)

2 comentarios:

  1. YO TAMBIEN LEEO TU NOVELA, PERDON POR NO COMENTAR, LA SIGO DESDE EL PRINCIPIO. ERES UNA EXELENTE ESCRITORA <3

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  2. GRACIAS A TI POR ESCRIBIRLA SIN TUS HISTORIAS MORIRIA DE ABURRIMIENTO, SUBE PRONTO UN BESOTE :)

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