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sábado, 29 de marzo de 2014

Capitulo 11

Me considero una persona aburrida. Mi vida consiste en leer y soñar que, algún día, alguno de esos personajes tan perfectos llegará a mi vida para darle algún tipo de ... acción (supongo) a mi aburrida vida.
Justin definitivamente ha traído algo de acción a ella. Jamás pensé que algún día yo estaría en Los Ángeles con Justin Bieber. El único y perfecto Justin Bieber. Es raro, y ni siquiera me he dado a mi misma el tiempo de pensarlo, si lo hago me volveré loca y empezaré a correr por todos lados y lo violaré. En serio. Me meteré en su habitación mientras se ducha y lo violaré. Sé que tengo que ir asimilándolo, tal vez lo pienso todo con detenimiento esta noche.  Sí, definitivamente. Debería decirle que cierre sus ventanas y la puerta de su habitación. Tal vez también debería poner a Kenny a vigilar. Nah, ya nos estamos yendo a los extremos, pero nunca se sabe lo que puede pasar...
Al cabo de unos minutos más llegamos a un restaurant a las afueras de la ciudad. Era algo  pequeño, no habían muchos autos afuera, parecía tranquilo.
-Me gusta venir a comer aquí, cocinan muy bien y es pequeño. No muchas personas vienen debido a lo apartado que esta de la ciudad. -asentí levemente y el soltó mi mano, abrió su puerta y me ayudo a salir.
Kenny iba tras nosotros, llevaba unos lentes de sol y se veía totalmente profesional. Tenía una cara de lo-tocas-y-mueres. En serio da miedo.
Justin tomó mi mano nuevamente y me guio dentro del reservado lugar, me guio con el a una mesa apartada del resto, al lado de una ventana al fondo del restaurant. Al fondo se escuchaba una suave música, la suave y delicada voz de una mujer, acompañada de un piano. Kenny se había sentado en la mesa de atrás, observando a todos lados.
El lugar era muy rústico. Olía a madera y especias de cocina. Meceros caminaban entre las mesas por los estrechos espacios. Era extrañamente acogedor, y muy, muy, cerrado. No habían muchas ventanas, las pocas que habían estaban muy arriba, y cerradas, entraba la poca luz que te brindaba el pequeño espacio, pero cerradas. Las paredes eran de un color oscuro, y habían luces sobre cada mesa, y otras pocas por el área, pero aún se veía oscuro.
-¿Te gusta? -preguntó
-Esta algo oscuro... -el rió
-Eso es bueno siendo quien soy. Aquí es muy poco probable que me reconozcan. Cuando piensan en mi piensan en cosas lujosas, atención, cámaras, y cosas así. Siendo este lugar como es, jamás pensarían en encontrarme a mi aquí. -asentí levemente
Yo me encuentro este un lugar bonito, oscuro, pero bonito; pero él tiene razón, jamás me lo hubiera imaginado a él aquí. Definitivamente vendría con Jade, Marcus y Estrella. Parece un buen lugar para pasar la tarde tranquilos, hablando de nuestras típicas estupideces.
-¿No hablas mucho, verdad? -me encogí de un hombro
-La  verdad no
-¿Por qué?
-No lo sé, solo no lo hago. -él me miró extrañado y tragó saliva. Entonces lo vi. No cumplo con ninguna de las expectativas de Justin. Siempre lo he sabido, solo ahora me dio ceguera temporal.
A ver, vamos a enumerar: no tengo una sonrisa exactamente bonita (desde mi punto de vista), nunca he besado a nadie, así que no sé si cumplo con el punto de ´´besar bien´´, así que esa queda como no-cumplo-con-esta; no hablo mucho, eso hace el punto de ´´tener una buena conversación con ella´´ un muy grande problema; no soy naturalmente divertida, realmente no lo soy. Por más que lo intente no lo soy, y a él le gusta reír.
Mis labios formaron una dura línea, por más que quisiera cambiar eso, jamás lo haré. Es lo que soy. Soy sumamente callada, al menos la gran mayoría del tiempo, hasta ahora no han visto mucho mi lado callado, pero la verdad es que esa soy yo. Alguna vez fui una persona que hablaba normal, quizá; pero cosas pasaron, cosas que no son importantes.
-Lo siento, pero creo que con esto solo terminarás decepcionado Justin -él me miró con el ceño fruncido, sus ojos solo mostrando desconcierto.
-¿A qué te refieres?
-Que no soy lo que crees que soy -negué con la cabeza- No soy divertida, ni extrovertida, ni linda, ni tierna. No soy nada de lo que tu crees que soy. Y de verdad lamento haberme dado cuenta ahora, después de que has gastado de tu dinero para traerme aquí, y luego quedarte con la más grande decepción.
-Meloddy, no creo que te conozca lo suficiente para saber si eres lo que ´´creo´´ -hizo comillas con los dedos- que eres. No trato de ser grosero, pero creo que eso lo decido yo, con el tiempo. Y si te soy honesto, no me he puesto a pensar en como ´´creo´´ que eres. Solo te quería aquí, quería verte. -se encogió de un hombro y yo solté un suspiro. Extendió su mano sobre la mesa y toco mi mano, -Quiero conocerte. -con su pulgar, acarició el dorso de mi mano.
La mesera llegó, justo en ese momento, con una sonrisa cortés nos paso el menú y se quedó hasta que decidimos, al irse, Justin volvió su vista a mi y sonrió levemente.
-¿Cuál es tu nombre? Completo. -preguntó de repente, y me sentí aliviada, aún no había soltado mi mano, y pensé que en lugar de una conversación tendríamos un incómodo silencio  dominando el aura.
-Meloddy Anastasia Thompson. -el asintió
-Te diría el mío, pero podría apostar mis autos a que ya lo sabes -sentí como mi sangre subía a mis mejillas y me encogía en el asiento. El rió suavemente, Dios bendiga esa risa. -No te avergüences, me parece realmente tierno. Nunca había salido con una fan, es raro, pero me siento bien, cómodo, y me esta realmente raro que aun no me has saltado encima. -entonces reí yo
-No lo haré. Puedes relajarte, puedo controlarme perfectamente bien. -el rió
-Me he dado cuenta. -sonrió, una hermosa sonrisa ladina que mostraba un exquisito hoyuelo en su mejilla izquierda
Este hombre es perfecto, maldita sea. En este momento con esa sonrisa, solo veo lo naturalmente atractivo que es. Sin necesidad de maquillajes, ni productos ni nada. Y se ve tan cómodo, tan relajado, no parece al Justin de los últimos meses, estrés y locura por todos lados. Sonreí levemente.
...........
-¿Nos vamos? -asentí y tomé mi pequeño bolso
-Gracias por traerme Justin. Estuvo muy bueno. -el sonrió y volvió a tomar mi mano
Kenny iba en frente de nosotros, abrió la puerta y rápido la cerro, dejando ver algunos flashes y gritos entrar.
Justin abrió los ojos como platos y apretó levemente mano.
-Mierda. -gruño y Kenny hecho su cabeza para atrás
-No hay puerta trasera, tendremos que salir por aquí. -Justin negó
-No puedo dejar que vean a Mel. Aún no. -Kenny lamió sus labios y miró a Justin exasperado
-¿Que tal si yo salgo antes? -pregunté sin entender nada
-¿Como? -Kenny me miró
-No soy Justin, no saben que estoy con Justin -me encogí de un hombro- Una vez vean y se den cuenta de eso me dejaran pasar, ¿no? -Justin y Kenny se miraron y Justin negó.
-Antes de que se den cuenta la pueden lastimar Kenny.
-¿Tienes alguna otra mejor idea?
Me sentía tan enana entre ellos. Miraba de un lado a otro mientras ellos se comunicaban sin palabras. Kenny mide 6 pies con algo, Justin 5´9, y yo 5´4. Una maldita enana entre dos gigantones. No, ellos no son gigantes, lo que pasa es que son altos, y yo soy muy enana. Pero soy feliz siendo enana, tengo muchos beneficios. Puedo pagar mi taquilla del cine como niña... Oh sí.
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Capitulo 10

Tal vez no sea tan imbécil después de todo...
Borré mi sonrisa rápidamente. No sería tan fácil.
-¿Por qué si sabes que estas haciendo algo mal lo sigues haciendo? -me crucé de brazos
Él me miro y soltó un suspiro.
-No sé Meloddy. Sé que me he portado como un idiota, y lo lamento. Quiero pasar este fin de semana contigo, y eso haré. Y pretendo hacerte olvidar de el pequeño incidente de hoy. Lo siento. -soltó rascado su nuca
-Más vale que lo hagas. -la verdad quería hacerlo sufrir un poco más, pero ya sería demasiado.
Él dejo salir una pequeña sonrisita tímida y yo caminé a la cama y me senté a su lado. Nos quedamos en silencio, él miraba directo al suelo, con la manos cruzadas en sus piernas, algo típico de el, reí suavemente y el me miro extrañado al ver que lo miraba a él.
-¿Que? -rió mientras me preguntaba, también predecible. Su risa es pegajosa, tierna, y muy rara. Es muy raro escucharla, y eso hace que para una belieber eso sea música para sus oídos.
-Nada, es solo que... eres muy predecible. -reí ante su ceño fruncido
-¿Soy predecible?
-Un poco, sí. -me encogí de un hombro. O puede que solo sea que lo conozco más de lo que él se conoce, pero no le diré eso. No creo que necesite saberlo.
Pasamos unos minutos así, en silencio y aunque se había disculpado y estábamos ''bien'', el ambiente se sentía incómodo. Tan incómodo que podría incluso tocar la incomodidad en el ambiente. En serio.
-Meloddy -lo miré- Siento que aun no estamos bien... -solté un suspiro- ¿Empezamos de nuevo?
Mire a la puerta. Empezar de nuevo no valdría nada. ¿Cuál sería la diferencia? No es como si mi mente fuera a borrar todo el día de hoy para empezar otro día con los mismos, o peores acontecimientos del día de hoy. Lleve mi mano a mi cabello y lo miré directo a los ojos, y me encogí de un hombro.
-¿Que quita que el resto de mis días aquí no será igual?
-Que me comportaré. No traeré a Kalfani, ni a ningún amigo, si tu quieres. Trataré de mostrarte los más que pueda de California sin que seamos arrollados por miles de personas. Quiero que tu estadía aquí signifique tanto que quieras volver. -hice una mueca con mis labios, algo muy típico de mi cuando simplemente no sé que hacer o decir. El hecho de que está diciendo eso es tierno, pero también fue tierno esta mañana; y también estoy siendo sumamente dura con él. Cometió un error y trata de repararlo, sin embargo, yo solo sigo dándole más y más vueltas al mismo asunto. Solté un suspiro con pesadez y decidí simplemente dejarlo ir.
-Bien. También te debo una disculpa -frunció el ceño- ¿Ya sabes... ´estrellita´? -él rió y sentí un pequeño calor subir por mis mejillas.
-Fue gracioso, nunca me habían llamado así, y créeme, me han llamado de muchas maneras. -reí
-Lo sé. No olvides que soy Belieber -me encogí de un hombro y el me miró sin ninguna expresión en el rostro. Bueno, una pequeña sonrisita sin mostrar su perfecta línea de dientes blancos.
-Salgamos -dijo luego de unos segundos. Fruncí el ceño y asentí levemente- Vengo en un segundo, buscaré a los grandulones y nos iremos a dar una vuelta. -sonreí y me acordé de algo
-¿Quién es Kalfani? -volteó
-Khalil. -contestó y salió
..........
 Una canción de The Script sonaba en la radio, The man who can´t be moved, para ser más específica. Una canción que realmente me gusta, bueno, la banda realmente me gusta. Justin estaba a mi lado en la parte trasera de la van, estaba al teléfono y tenia una grande tableta en sus piernas. Al parecer le estaban dando explicaciones las cual él estaba siguiendo en la tableta.
Como no estaba pendiente, comencé a tararear la canción mientras movía mi cabeza al ritmo y miraba por la ventana. Luego de que esa se acabara pasó All that matters y no pude evitar sonreír burlonamente y mirar en su dirección. Él seguía en la tableta, ya no estaba al teléfono, pero estaba sumamente concentrado en lo que sea que había en la pantalla. Me encogí de hombros y volteé a la ventana. Mientras íbamos pasando por las calles más me gustaba. Habían muchas personas caminando por las calles, vestían ropas tan diferentes a las que se usan usualmente en mi país; y diferente en el buen sentido.
En la radio ya llevaban rato con canciones realmente deprimentes, y cuando pusieron una con un ritmo movido fue simplemente raro. Sentí unas ganas increíbles de comenzar a cantarla y bailarla, pero no lo haría. Al contrario de rayita no quiero ser descubierta, ni tampoco quiero ser famosa a costa de Justin.
...Hablando de rayita... Me siento rayita. Demonios...
Justin, a mi lado, comenzó a cantar la canción en voz baja, muy baja, lo cual es un fastidio ya que quiero escucharlo. Disimulada, me acerqué más a él, pero claro, la palabra ´disimulada´ no está bien definida en mi diccionario, y él elevó la mirada de la tableta y me miró divertido.
-¿Qué haces? -preguntó con una risita, haciendo que el mismo calor subiera a mis mejillas
No me gusta. No swaggy. No. Nunca me pasa eso y me enoja que me pase ahora.
-Es que... -mordí mi labio y él soltó una sonora carcajada.
-Estas roja, pareces un tomatito -hizo pucheros y tomó mis mejillas en sus pulgares y dedos índices.
-No -negué- Mis mejillas no - volvió a reír y golpeé su brazo avergonzada- No te rías Drew. No es gracioso. -rió más fuerte
-Estrellita, Drew. ¿No sabes mi nombre? -lo miré asesinamente y volteé a la ventana nuevamente
Luego de unos segundos él soltó la tableta y se acercó a mi. Yo seguí mirando por la ventana, no estaba enojada, al contrario. Mis manos estaban juntas en mis piernas, y él acerco su mano a la mía lentamente, la tomó y la atrajo hasta sus piernas, y allí entrelazo nuestros dedos en la manera más exquisita. Entonces sentía que hasta me mareaba. En serio. Mi estómago era un torbellino, mis piernas temblaban y en serio sentía que me iba a desmayar en ese mismo instante.
Sentía una electricidad gratificante donde nuestras manos se tocaban, realmente me sentía bien. Miré a Justin, quien me miraba con duda, como si pidiera permiso, y asentí, sin siquiera saber porque, pero lo hice; y él sonrió y besó el dorso de mi mano. Sentía un leve cosquilleo en donde había dejado aquel tierno y casto beso.
......
-¿Tienes hambre? -asentí- Ya estamos llegando
Han pasado exactamente 36 minutos desde que nuestras manos están entrelazadas, han habido leves miraditas cómplices y risitas juguetonas en ratos, y realmente no me quejo. Si fuera otra persona ya estaría incómoda y hubiera soltado su mano, pero con él se siente tan perfecto, tan bien, que no me molestaría estar una vida entera así.
Dios, y me siento tan estúpida. Tengo la sonrisa más grande y estúpida del mundo por un tonto gesto que debe hacer con todas. Ya estos días no se le da importancia a nada de eso. Se le toma de la mano hasta a la vecina amargada que te manda a bajar la música (desgraciadas -.-). Yo en cambio me encuentro el gesto tan íntimo. Siento que si no quieres a alguien de verdad no deberías hacerlo, pero dejar de sonreír se me hace difícil; y tampoco tengo tanta fuerza de voluntad como para separar nuestras manos.
Me gusta como se siente. He tenido un novio antes, y nos tomábamos de la mano, pero no se sentía tan bien como me siento ahora. Tal vez es solo el hecho de que es Justin Bieber el que me toma de la mano, pero no quiero pensarlo de esa manera, porque sé que es así. Por Dios, es mi ídolo el que me está tomando de la mano. Hace dos días esto me parecía un sueño difícil de alcanzar, y aún lo veo así. ¿Qué demonios este idiota vio en mi? Si Marcus o Jade me escucharan ahora mismo me darían la zurra de mi vida, pero es cierto. Soy normal.
No tengo un cuerpo escultural, tampoco tengo una cara digna de una portada de revista; no tengo una voz digna de ser escuchada por miles de personas, y tampoco es que sepa hacer mucho. No tengo una sonrisa ´´encantadora´´, y tampoco una persona naturalmente divertida. Al total y completo contrario.
Me considero una persona aburrida. Mi vida consiste en leer y soñar que, algún día, alguno de esos personajes tan perfectos llegará a mi vida para darle algún tipo de ... acción, supongo, a mi aburrida vida.
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HOLA!! Bienvenida a la nueva lectora. Espero que te guste este capítulo! Gracias por leer todas las novelas :)

Como están? Todas desaparecidas, eh? 
Las quiero.

Capitulo 8




-Te amo Trav
-Y yo cosa fastidiosa.
-¡Mel! ¡Perderemos el avión! -grito Fredo
Mire a Trav, el me sonrió y me dio otro abrazo.
-Adiós. Te vengo a molestar en 5 días. -el rió y me sacó la lengua
Salí de la cocina y les di otro abrazo a mis padres y salimos.
.....
Joder. Mi trasero esta entumecido. Me duelen las piernas y tengo sueño. Estoy Jodidamente incómoda. Son las 3 de la mañana y aún faltan 30 minutos de vuelo.
-Alfredo... -el me miro, leía un libro- ¿Justin sabe que vamos para allá? -negó -¿Por qué? ¿No deberías decirlo? Podría estar con alguien o no sé? ¿Una fiesta? Alfredo, de verdad adoro a Justin, no quiero llegar y encontrarlo fumando, no quiero. -el soltó un suspiro
-Justin ya no esta fumando, pero si te hace sentir mejor, le diré a Kenny, para que lo mantenga al margen. Aunque me imagino que ya debe andar sabiendo que vamos por ahí pronto, debe estar durmiendo. -asentí
-¿Y cuál es el plan?
-Esperar que este durmiendo, si lo está sólo entraremos, necesito una prenda tuya de mujer, cualquier cosa, para dejarla sobre la mesa, necesito que tenga tu olor, según él hueles bien. -asentí extrañada. -Sí, esta teniendo alucinaciones. -reí
-Okay, ¿estará bien esta bufanda? -llevaba una, hacia frío en el avión, y me la puse, era color crema, con pequeños detallitos delicados en un tono de crema más oscuro. Él asintió y siguió leyendo.
......
Los Ángeles es algo frío en las noches, me estaba congelando aquí. No sé si es de nervios o sólo es que realmente tengo frío.
Alfredo al parecer tenía un auto esperándolo, no hicimos bien salir del aeropuerto cuando ya estaba el auto frente a nosotros. Alfredo estaba al teléfono, al parecer con Kenny. Hablaba en inglés, yo lo entendía perfectamente, domino el idioma.
Recuerdo que odiaba el idioma, pero cuando escuche a Justin, llego un momento que me harte de no entender tres demonios y me esforcé en aprenderlo, y desde entonces domino el idioma.
El chofer condució por un rato, hasta que llegamos a un portón alto. Muy alto. Era color dorado, y llevaba unos diseños muy lindos. A cada lado había un policía vestido de negro y armado. Ambos altos, ambos íntimidantes. De repente sentí miedo, me encogí tímidamente en el asiento. El robusto chofer presiono un botón en la vicera y los dorados portones abrieron.
Ya adentro las casas eran gigantes. Tremendamente grandes y con un gran terreno de separación entre cada una. Todo era majestuasamente grande en este lugar.
Pasamos por las calles, todas con sólo las luces de los postes alumbrando. Son las 4 de la madrugada. No hay nadie afuera, y todo está en silencio sepulcral.
-¿Justin en serio vive en este lugar? -Alfredo sólo asintió
Justin no se ve como este lugar. Todo se ve tan serio y normal... Normal para gente con dinero. Y Justin puede tener todo el dinero del mundo, pero no es normal. Aquí todos lo sabemos.
Paramos frente a una casa, muy muy grande. Es la de Justin. Lo sé porque soy Belieber, y como toda Belieber alguna vez escribí su dirección en los Mapas de Google y me salió.
Solté un suspiro y baje del auto. Joder. Estoy en la casa de Justin Bieber. De repente comencé a temblar. Él estaba allá adentro.
Tuve qué sostenerme del auto nuevamente, pero Alfredo vino corriendo y me ayudo.
-¿Estas bien? -asentí levemente -No te pongas nerviosa. Eso solo Justin.
ESE ES PRECISAMENTE EL PROBLEMA.
Le dedique una mirada asesina y el rió.
El tomó mi valija y puso una mano en la espalda, me dio un leve empujonsito, no quiero. No quiero entrar.
-Mel... -negué -Meloddy, todo va a estar bien. -negué
Es que no entienden. ¡Es Justin! Jesucristo! ES JUSTIN. Esa casa frente a mi es la casa de mi ídolo. He soñado mil veces con esto y ahora está frente a mi.
Mis manos comenzaron a temblar.
-Él está dormido Meloddy -negué
¡Peor! Se ve tan lindo durmiendo... Ay...
Pero, ¿qué vio en mi? Soy... Soy normal. Él podría tener a cualquiera. ¡Es Justin Bieber! Todas están locas por él. ¡¿Por qué yo?
-Meloddy, hace frío y tengo sueño -lo miré. Mi respiración estaba irregular, me dolía el estómago y estaba mareada. -Meloddy, estas pálida. ¿Estas bien? -negué y entonces todo se fue.
Se veía borroso, y escuchar me tomaba cada pequeña pizca que me quedaba... Lo que era: Nada.
-Trae la maleta. Vamos a la habitación.
Fue lo último que escuché.
.......
Me desperté aturdida, el Sol entraba por la ventana levemente. Mire a mi alrededor, las paredes eran de un tono de marrón claro. Habían unas linda cortinas a juego con las paredes, la cama era muy cómoda, y luego me acordé.
-Justin... -susurré
Me senté levemente y mire más de la habitación, había un armario a un lado, y del otro lado había un baño. En una esquina estaba mi maleta, realmente podría usar ese baño.
Me puse de pie y sin zapatos caminé hasta allá. Estaba todo tan lindo. No parecía la casa de un chico de 19, casi 20. Me senté e hice mi necesidad. Sí, hice pipí. No soy rayita.
Luego salí del baño, caminé por la habitación, era realmente hermosa. Abrí la puerta levemente, no me he dignado ni en mirarme en un espejo. Camine por el largo pasillo lleno de puertas. No abrí ninguna. No es mi casa, no me pondré a hacer esto.
-¿De quien demonios es esta bufanda? Kenny, ¿traje chicas anoche?
Me helé. Ese es él. Es su voz. Ay... Corrí a la habitación en la que me encontraba anteriormente y tome un respiro. Entré al baño, tengo un leve rubor en mis mejillas y el cabello hecho un maldito desastre.
Traté de acomodarlo con las manos, y me moje la cara, me sequé la cara con una toalla que había allí.
Tampoco he cepillado mis dientes.
Fui a la maleta y saque del bolsillo de afuera mi pequeño bolso donde guardo esas cosas del higiene personal. Me devolví al baño y cepille mis dientes. Al terminar me volví a mirar en el espejo, ya se me había ido el rubor, pero mi estómago seguía alborotado.
No sé si es hambre o Justin... Puede que ambas...
Volví a abrir la puerta, esta vez con la cabeza en alto y preparada para lo que venga (pff, sí. Claro).
A un lado vi un par de fotos, Justin. Jazzy, Jaxon, Jeremy; Pattie. Son fotos familiares.
Seguía caminando, sólo viendo las fotos en las paredes. En todas las que Justin está, sale sonriendo, y eso solo me hizo sonreír a mi. Como una auténtica tonta. Seguí caminando y cuando iba a bajar el primer escalón lo vi.
Este es el momento. Me quedé helada nuevamente, y mi "preparación", de la nada desapareció. Siempre se va cuando la necesito.
El estaba a mitad de las escaleras, viéndome con sus lindos ojos color avellana. Mis manos sudaban, y sentía que caería en cualquier momento. Y entónces el sonrió. Eso simplemente me mato y no pude evitar sonreír como una tonta ante el.
-Ho... Hola... -dijo el y subió lo que faltaba para estar a mi lado y se quedo frente a mi, con una leve sonrisa adornando su bello rostro
-Hola... -susurré
-Eres más bella de lo que recuerdo -sonreí levemente y el rió bajo -Lo siento, no debí decir eso... -entonces reí yo
Entones ya no era acerca de el ser mi ídolo, era acerca de como sus lindos ojos me miraban, de lo nervioso que estaba, al igual que yo. De lo raro que se sentía el ambiente. Entonces dejo de importarme el hecho de que éste frente a Justin Bieber.
-Meloddy... -me presenté y el rió
-Sé quien eres, pero... Soy Justin-dejo salir una sonrisa ladina y sentí mi corazón caer.
-Oigan... -voltee el rostro y Alfredo miraba desde el otro lado del pasillo con una sonrisa burlona. - ¿Un poco más maricas por favor? -dijo con sarcamo y Justin rió
Entonces me di cuenta de lo cerca que estábamos el uno del otro.
-Ya... Ya los dejo tranquilos. -guiñó un ojo y se metió a una habitación otra vez
-Yo... Lo siento... -mire a Justin, quien me miraba apenado -Yo... No sé que me pasó. -frunció el ceño.- Te vi, y... Uff. No sé ni que decir... -reí y el rió conmigo
-Esto es raro... -dije entre una carcajada
-Sí, mucho... Uhm... -soltó un suspiro y se puso serio- Meloddy, me gustas... Realmente me gustas... Te vi ese día y quede fascinado contigo. Me siento estúpido ahora mismo... -sonrió nervioso- Nunca me pongo nervioso. -reí
-No te preocupes. -sonreí y el me miró a los ojos otra vez -Soy sólo yo.... Meloddy. La que debería estar así soy yo.... -él frunció el ceño y bajo el mentón
-¿Te gustaría hacer algo? Ósea.... Es algo peligroso salir, pero... Podemos hacer algo.... ¿Te muestro la casa? -se veía tan tierno.
-Sí -susurre
-¿Sí? -me miró con una sonrisa
-Sí -asentí sonriendo y el rió
-Bien.... Sí quieres toma una ducha, yo le diré a Kenny que nos traiga comida. Ya es la 1 de la tarde -reí - ¿McDonald's? -asentí -¿Qué te gusta de McDonalds?
-Uhm, yo solo quiero unas papas y jugo de naranja. No tengo mucha hambre. -el asintió extrañado, y se volteó, se quedo así, dándome la espalda, justo frente a mi, y luego volteó y besó mi mejilla, muy tiernamente. Sonreí y sus mejillas tomaron un color rojizo, ay, se sonrojó.
-Es un placer tenerte aquí Meloddy -y salió corriendo escaleras abajo
Solté un suspiro y mordi mi labio, está de más decir que llevo una sonrisa de idiota en la cara. Y debo llevar la cara más roja y tonta de la historia, y me vale verga. Sí. Dije verga. ¿Y qué?
Camine a la habitación de nuevo y saqué una ropa de la maleta. En el baño habían toallas, así que sólo entré con la ropa y me duché. Luego solo me la puse. Era una camisa de tiras color gris oscuro, unos jeans hasta las pantorrillas y unas sandalias. Nada del otro mundo.

Al verme en el espejo entonces vi lo que realmente iba mal. Justin es guapísimo, debe salir con alguien igual que él. Pero... Demonios.
Busque entre la maleta el maquillaje, no me haría mucho, sólo aplicaría máscara y algo de lipgloss, sencillo, pero se ve que hay algo.
Cerré la valija y entonces vi mi celular en la mesilla, lo tomé en mis manos y lo prendí, ha estado apagado desde que entramos al avión.
Al prender empezaron a llegar las llamadas perdidas, los mensajes y blah blah. Cuando término de cargar.... 59 mensajes y 35 llamadas. Las llamadas todas de Marcus. Habían dos mensajes de Travis, ambos los conteste; uno de mi madre y otro de mi padre, ambos contestados. El resto: Marcus.
Lo llamé.
-MELODDY ANASTASIA THOMPSON. -reí -No te rías. Te dije ayer que me llamaras.
-Lo sé, pero es que ha pasado tanto. -suspire
-¿Dónde estas? Te pasaré a buscar.
-Eh... Estoy en Los Ángeles...
-¿Los Ángeles? ¿Los Ángeles, California? -pregunto atónito
-Sí... Yo...
-Demonios Mel, ¡te dejo unas horas y te escapas! -exclamo y tocaron a la puerta. Volteé y Justin estaba parado atrás de la puerta, con su cabeza asomada
-Lo sé... Y debo irme...
-Meloddy. Si cuelgas te...
-Lo siento Marcus. Te amo. -y colgué
Justin estaba ya parado en el portal de la puerta, estaba serio, no se veía enojado, si no sacado de sus casillas. Si saben a lo que me refiero.... Como si algo lo molesta, pero él no está enojado.
-Lo siento, uhm. -dije insegura.
-Me llamaron, debo ir al estudio, ¿vienes? Iremos por comida en el camino. -dijo el con un tono antipático
Asentí levemente, encogiéndome de hombros después, mostrando su misma cara de malos amigos. Si él cree que me sentiré intimidada por ser Justin Bieber, se equivoco de persona. El es mi ídolo y todo, pero estúpida no soy.
-Bien, vámonos. -tome mi celular y mi billetera.
No tenia mucho en ella, quizá 175 dólares, pero era algo, a parte solo estaré aquí 4 días mas. Es imposible que gaste tanto dinero en 4 días.
Camine tras el por el largo pasillo directo a las escaleras. Aun no conozco nada de la casa, pero me gusta este lugar hasta ahora.
Bajamos la escaleras, era un lugar muy grande y hermoso. Jamás hubiera pensado de la casa de Justin así. Todo esta tan limpio. Camine tras de el por la casa hasta la cocina, el no decía nada, y si soy honesta ya me esta irritando. Estoy aquí por el y el me trata como estúpida.
Imbécil.
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