Baje del bus rápidamente y entre al pequeño Starbucks en el que trabajaba después de clases.
-Brit, estas tarde de nuevo. Es la 2da vez en la semana. -dijo Kelsey, mi encargada
-Lo se, y lo siento. No me ha dado tiempo a subir al bus a tiempo y tuve que espera a que llegara el segundo -explique entrando a la cocina y ella asintió
Recogí mi cabello en una coleta alta, me lave las manos, me puse el delantal y salí a trabajar.
~7:30~
Llegue a mi casa y me encontré con mis padres y mi hermano en la cocina, hablando animadamente de su día.
-Hola -salude con una sonrisa falsa
-Hola -dijeron ellos al unísono
-¿Cómo te fue querida? -pregunto mi padre acercándose
-Bien -di un paso atrás -Gracias -dije firme y camine a mi habitación
Me enoja su hipocresía, la de los 3.
Mire mis anteriores trofeos, situados en la estantería de mi cómoda habitación. Recuerdo cuando solía ganar premios todo el tiempo gracias a mi buena conducta y excelentes notas. Ellos solo sonreían falsamente, se tomaban unas dos fotos conmigo y volvíamos a la casa. Al principio se alegraban y celebraban, al nacer mi hermano se olvidaron de mi existencia. Ya no les importaba. Sin embargo, yo siempre estuve ahí, tratando de ganar su atención de alguna manera, pero al darme cuenta de que nada lo lograría, también me dio igual. Ya me no me importaba ir a la escuela, ya no me importa estudiar, no me importa nada. Ya no vale la pena.
Al ver el bajón en mis notas me quitaron el celular. Tuve qué trabajar desde los 15 para poder pagarme mis cosas. Sólo duermo aquí, prácticamente siempre estoy fuera.
¿Amigos? Tal vez unos cuantos. Sin embargo, no amigos, amigos; si no... compañeros. En mi corta vida he aprendido en que no se puede confiar en nadie.
Hoy es viernes, he decidido prestar más atención a las clases y olvidarme del resto de mis problemas. Anoche me puse a pensar y... Si logró entrar a una universidad me largo de este infierno sin tener que mirar atrás por ningún motivo. Viviré en un apartamento, probablemente tenga que trabajar más, pero valdrá la pena.
Tome una corta ducha y me puse mi pijama. Evite mirar el espejo, últimamente he hecho récord, y quiero seguir así. No me gusta hacer eso, así que evito mirar el espejo.
¿Qué pasa sí lo miro por más del tiempo necesario? Pienso. Eso pasa. Pienso de más. La voz me habla, me obliga a buscar algo afilado y enterrarlo en mis brazos. Y eso evito, me estoy auto destruyendo.
Me metí bajo las sábanas y también evite pensar. Tengo que evitarlo. Debo evadir esa voz.
-Sábado-•-8:00 a.m.-
Me levanté de un salto. Otra pesadilla. Ojos miel, sonrisa perlada, Nariz perfilada y cabellos dorados. Eso es todo lo que recuerdo.
Mire el reloj, hora de trabajar. Me duche, me vestí, tome mis llaves, mi celular y salí rápidamente de la casa.
Al llegar al Starbucks me fije que había poca gente. No es normal, es Sábado. Me puse mi delantal, lave mis manos y empece a trabajar.
-Buenos días -dijo el primer cliente del día
-Buenas, ¿qué desea ordenar? -digo sin mirarlo aún, pero cuando lo veo me arrepiento.
Esos ojos. Los he visto antes. Esa sonrisa. Esa nariz. Ese cabello. Lo he visto.
-Sí, amm. Me gustaría un Frapuccino y uno de esos -dijo señalando unos cupcakes recién horneados.
-Claro, ¿algo más? -el me sonrió de lado y me miro extrañamente
-¿Te conozco de algún lado? -pregunto
-No, que yo sepa, pero me pasa igual -dije y el río
-Bueno, ¿cuanto es? -pregunto extrañado por la situación
-Son $12.23 -dije y el me dio el dinero
Hice el procedimiento y le devolví el cambio.
-¿A nombre de quien, el pedido? -pregunte y el sonrió
-Justin. Justin Bieber -dijo con una sonrisa
Escribí el nombre en el envase y lo puse atrás, donde la encargada de hacer las bebidas lo tomaba. Seguí atendiendo personas, mientras sentía la mirada de alguien sobre mi. Mire a todos lados, era el chico ese... ¿Cuál era su nombre?... Ah, si Justin.
-Britt -yo me voltee. Era la orden de el chico
-Justin -lo llamé y el se puso de pie
-¿Sabes qué me gustaría? -negué con la cabeza- Tu número. -dijo y reí
-Lo siento, estoy trabajando -dije y el sonrió
-¿A qué hora termina tu turno? -me pregunto tomando su vaso y su bolsa y reí
-A las 3:30 -dije y el sonrió
-Bien, paso a buscarte -dijo y salió
¿Qué? No, no. No creo que quiera salir con un chico desconocido. No, no. ¿Y si es un violador o un secuestrador? Definitivamente debo dejar de ver tanta televisión.
-3:30-
Deje el delantal en el lugar de siempre, me despedí de los demás y salí. Sorpresivamente el chico estaba allí, al verme sonrió y camino a mi.
-¿Qué haces aquí? -pregunte
-Dije que pasaría por ti -sonrió- Mi auto esta allí -dijo señalado un auto a lo lejos
-No iré contigo -dije firme y el me miro
-¿Por qué? -pregunto con duda en sus ojos
-No sé quien eres. -dije directa
-Ok, soy Justin Drew Bieber, tengo 17 años; soy nuevo aquí, nací en Canadá. Empiezo en la escuela, que esta a unas cuadras de aqui, el lunes. Me gustan los autos, amo a mi madre. Y... ¿Que mas quieres saber? -pregunto y suspire
-Esta bien, pero se karate. -le advertí y el río
-Tranquila pequeña, no te haré daño. Por cierto, nunca me dijiste tu nombre -dijo
-Soy Brittany, Brittany McCann (síp. McCann. No tiene nada que ver con Jason McCann, sólo me hacia ilusión ponerle ese apellido ;))
-Un placer conocerte Brittany -dijo y rodee los ojos
-Sólo Britt -dije y el asintió
No se quien es, pero aún así, siento paz al estar con el. Mucha. Me siento protegida.
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Bueno, ¿qué les parece? La sigo? :)
